Regordeta Skylar Snow Cachonda con el Modisto

La atracción fue inmediata, aumentando al quedar en ropa interior sintiendo un calor tan fuerte que será imposible detener. Hoy tengo que diseñar un vestido para una nueva clienta, no es nada de otro mundo hasta que la veo desvestirse para tomar las medidas. Entre las sombras del biombo veo esas curvas que van a resultar increíbles. Estoy nervioso e intento pasar el metro alrededor de sus pechos, allí se me acerca tanto que puedo sentir el exquisito perfume. Pienso, soy un profesional y me mantengo como tal, aunque sufro, pasa que me encantan las regordetas, además ahora sigue medir nalgas y cuando se pone de espaldas puede ver el hilo negro que desaparece entre los cachetes. Estoy con mi rostro a unos centímetros cuando siento su mano en mi cabeza que la empuja para que mi boca la haga comenzar a gozar.