Detective Sin Tanga

Seducida en la prisión la detective sin tanga se entrega al recluso (Linda Sweet).

Meses trabajando para capturar al mas buscado estafador de la historia no quiere dejarlo ir a juicio sin antes quitarle información. Momentos agobiantes está viviendo Charlie encerrado entre barrotes de máxima seguridad. Nadie con quien hablar, nada que mirar, restricciones absolutas para preservar la verdad. En tanto Linda Sweet (22) no deja de observarlo tras el vidrio espejado que la pone en una incómoda posición. Ese hombre le resulta en extremo atractivo, por suerte vino preparada la detective sin tanga. Bajo el elegante vestuario provisto por las fuerzas de seguridad, lleva escondido mas que sexy portaligas.

De repente, el silencio abrumador se ve interrumpido por el sonar de tacos altos. Es la pelirroja que se acerca y apoyada en los barrotes le muestra la credencial. Un experto descifrando gestos corporales supo que esa mujer no vino a hacer preguntas. Caminó hacia ella para pasar manos del encierro a la libertad para agarrar el firme culo. Sumisa al placer lo dejará desprender camisa y jugarcon tetas blancas antes de dar la espalda. Pálida piel y suave al tacto es reconocida con manos firmes recorriendo todo lo que puede. Un contenido alarido es soltado y la falda sube dejando lo que anunciamos, la detective sin tanga está entregada.

De rodillas comenzó a chupar el curvado pene, pero no se descuida y las esposas le pone. Sabe que esto es arriesgado, pero gana la calentura y la hace poner bien dura. Se ha alargado lo suficiente para ser penetrada, pierna arriba, de espaldas acomoda el pene en su vagina. Piercing plateados decoran papos hermosos que tras unos segundos la llevan a meterse en la celda. La cara en cama, el culo en pompa y suspiros resonando retumban en la prisión. Enloquecida por todo se sienta de reversa para seguir con profundo anal.